31 de Agosto de 2024 – 21:23

Opinión

Por Marcelo Albarenque Rausch (*)

Propongo atender este interrogante que no destaca por su importancia, pero si por su peso simbólico y gestualidad política. Y adelanto mi conclusión: juzgo imperioso que la provincia de Entre Ríos venda los dos helicópteros titularidad de la Policía de Entre Ríos.

Estos se usan mayormente para traslado ejecutivo. Es, de hecho, el específico uso para el cual las unidades fueran diseñadas por el fabricante Bell Textron Aviation – Bell Helicopters, en la configuración que posee la provincia.

Las unidades BELL 427 matrícula LQ – BII c/n 56060 adquirida en el año 2007 y; el BELL 429 matrícula LQ – CZZ c/n 57063 adquirida en el año 2012, son -insisto- en su configuración actual, traslado ejecutivo -de lujo- para funcionarios, pero fueron adquiridas con el dudoso -y objetable- fin de proveer a la “seguridad”.

Dicho en términos claros, tiene tanto sentido como adquirir dos Ferrari F 430 y destinarlas a abigeato, ¿a qué me refiero?:

El valor comercial aproximado de cada unidad es de seis millones de dólares, unos 15.600 millones de pesos al cambio MEP promedio del mes. Es oportuno destacar el excelente estado de mantenimiento de las unidades de la provincia.

Son helicópteros ejecutivos bi-turbina, lo cual aumenta el costo operativo por hora y el costo de mantenimiento. Fuentes aeronáuticas refieren costos de operación por hora de más de 2000/3000 dólares, sin contemplar el mantenimiento programado de cada unidad, lo cual representa otra cuantiosa factura en dólares.

Si bien estos helicópteros pueden adaptarse para cumplir -módicas- funciones de seguridad y/o SAR (búsqueda y rescate por sus siglas en inglés), estas funciones pueden ser fácilmente reemplazadas por aeronaves de ala fija -a valores exponencialmente menores-, drones avanzados y/o equipos en tierra.

No se justifica tenerlos en inventario para traslados médicos ya que no están especialmente configurados para esta función, los traslados dentro de la provincia pueden realizarse en tiempo razonables con ambulancias de alta complejidad -de corresponder- y, los traslados a CABA -como ejemplo- pueden rentarse a costos significativamente menores.

Habrá voces que impugnarán los argumentos vertidos en este escrito, insistiendo en las -supuestas- funciones de seguridad que cumplen las aeronaves. Claro que estas voces serán directamente interesadas y/o harán una defensa de intereses corporativos. No los culpo, si este autor perteneciera a la Policía de Entre Ríos también vería con agrado contar con dos de los helicópteros ligeros más avanzados -en diseño y tecnología- del mundo occidental. Y si perteneciera el exclusivo y selecto grupo de entrerrianos que se trasladan en estos, con “la de todos” como diría el actual presidente, me sentiría muy a gusto.

Ahora, si lo pensamos teniendo en consideración un mínimo estándar de ética pública y, sobre todo, atendiendo al contexto social, político y económico provincial y nacional, diría siendo prudente que la conservación y el uso de estas aeronaves es una declamación de lujo y opulencia dirigencial, más propio de una dictadura bananera que de una provincia que pertenece a una nación democrática y republicana.

Cabe mencionar como ejemplo de lo referido en el párrafo anterior, aquella mañana de marzo de 2022 en la que, Laura Stratta ex vicegobernadora de Entre Ríos, se trasladó en el Bell 429 matrícula LQ – CZZ c/n 57063 para visitar una escuela rural en Colonia Avigdor. Faltan adjetivos en nuestro -rico- idioma para calificar esta ostentación de impunidad en el uso de bienes públicos.

Pensemos, con el producido de la venta de los dos helicópteros se pueden adquirir, por ejemplo, 446 camionetas pickup 4×4 cero kilómetros para la Policía de Entre Ríos. O financiar reparaciones mínimas en edificios policiales y/o escolares. Consultemos a los entrerrianos que opinan -policías, docentes o personal de salud incluidos- y resolvamos en consecuencia.

Por lo pronto, cursaré un pedido de información pública al ejecutivo provincial solicitando se informe el uso dado a estas aeronaves en los últimos cinco años -horas voladas, destinos, pasajeros, funciones de seguridad, horas de SAR, gastos de mantenimiento, costo de capacitación de tripulación y mecánicos, préstamos al ejecutivo nacional y/o fuerzas federales, etc.- 

El lunes 13 de mayo de este año, este autor voló desde Aeroparque -CABA- hacia Paraná en Aerolíneas Argentinas, vuelo AR 1732. Compartí el vuelo con el actual gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. Un pasajero, en charla casual, me destacó -no sin razón- que Frigerio se trasladara en vuelo comercial, clase económica. De Frigerio depende la decisión final de conservar dos objetos de lujo en el inventario, para el beneficio de un reducido grupo de funcionarios o, demostrar un mínimo de sensibilidad y trasladarse por ruta -como el resto de los entrerrianos- y volar en vuelos comerciales o, incluso vuelos rentados cuando la agenda lo justifique.

By Alejandro vertz

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