18 de noviembre
El nuevo código electoral que impulsa Frigerio va en el sentido contrario a la reforma que pretende Milei en la Nación. La principal diferencia pasa porque en la provincia se mantienen las PASO y se promueve el financiamiento estatal de campañas electorales, con topes para aportes privados y para el gasto general de cara partido.
La reforma electoral que este viernes anunció el gobierno nacional va a contramano de algunos de los principales postulados del proyecto que en Entre Ríos impulsa el gobernador Rogelio Frigerio.
Milei pretende suprimir las PASO con un argumento de ahorro. Pero, políticamente, la eliminación de las primarias le daría más poder para armar a su antojo la oferta electoral oficialista del año que viene. El Presidente prefiere converger electoralmente con el PRO en una lista única y no dar margen a que el partido de Mauricio Macri pueda capitalizar en las urnas el ruido que el gobierno libertario hace a los oídos republicanos que desde principios de siglo se juntaron por la tonada en el macrismo. Sin PASO, el PRO no tendría más remedio que negociar una lista común con Milei, el dueño de la lapicera.
En Entre Ríos, las especulaciones por la reforma política entrerriana se extienden a 2027, el año en el que se estrenarán las nuevas reglas de juego que por estos días se proyectan para la elección de autoridades provinciales y locales.
Frigerio mantiene las PASO en Entre Ríos. Siendo gobernador y con posibilidad de reelegir, es muy difícil que alguien le dispute la candidatura en 2027. Pero, seguramente, en tres años habrá competencia dentro de Juntos por Entre Ríos para el resto de los cargos, en particular en las disputas para intendencias y senadores dentro de cada departamento.
Las PASO le evitarían a Frigerio tener que decidir quién entra y quién no en la lista única que encabece. Le ordenarían la interna, sin pagar el costo de excluir a nadie. De hecho, eso fue exactamente lo que hizo en la interna de 2023 cuando, por ejemplo, se sacó fotos con todos los precandidatos a la intendencia de Paraná.
En cualquier caso, lo que importa es que esté la herramienta a disposición. Siempre quedará la posibilidad de no utilizar las PASO. Pero en el heterogéneo universo de Juntos por Entre Ríos es muy difícil que se alcancen consensos en todas las candidaturas, más allá de la de gobernador y su lista de diputados. Particularmente cuando la idea de Frigerio ha sido siempre ampliar lo más posible el frente electoral provincial.
Las PASO les sirven también al PJ de Entre Ríos en esta etapa opositora, donde ya no hay una lista oficial que se estructure desde el gobierno. Atomizado y sin liderazgos potentes a la vista, las PASO permitirán al peronismo ordenar su interna. Y todo con gastos de la elección a cuenta del Estado, que se encarga de la organización de las primarias.
Financiamiento de campañas
La reforma política entrerriana busca sintonizar con lo que establece el Código Nacional Electoral, donde se distribuyen de manera equitativa (no igualitaria) las pautas publicitarias en radio y TV para las fuerzas políticas en campaña.
El gobierno de Milei pretende suprimir este aporte que le permite a los partidos difundir su propuesta de campaña.
En Entre Ríos, los gobiernos provinciales venían haciendo aportes a los partidos para impresión de boletas sábanas de las elecciones provinciales. Con la adopción de la boleta única, ese gasto ya no va a estar, ya que los partidos no van a tener que imprimir su boleta.
En concreto, los partidos no van a recibir dinero del gobierno provincial. El Estado les va a imprimir la boleta única y dar publicidad en radio y TV. La plata irá al pago de la publicidad a las radios y canales de televisión.
Se proyecta destinar la mitad de los fondos de financiamiento de campaña para todos los partidos por igual y la otra mitad distribuidos en forma proporcional a los votos obtenidos por cada fuerza en la última elección en la categoría de diputados provinciales. Es el mismo criterio que se sigue en el orden nacional y que Milei pretende ahora derogar.
La creación en Entre Ríos del Fondo de Financiamiento de Campañas no impide que los partidos puedan contratar publicidad por su cuenta con todos los medios de comunicación (gráficos, sitios web, redes, tv, radios).
Aporte de privados
El proyecto de Milei sube el tope de aportes de campaña por persona física o jurídica. Se propone pasar de 40 a 300 millones de pesos y se eliminan los límites de gastos de campaña.
La reforma de Entre Ríos es justamente al revés. Le pone límites al aporte que los partidos puedan recibir de privados, sean personas humanas o jurídicas, y al gasto total de campaña.
El proyecto dispone los siguientes topes para aportes privados:
-Personas humanas: podrán aportar hasta 100 unidades de Salario Mínimo Vital Móvil (SMVM), lo que a valores de hoy equivale a 27,1 millones de pesos.
-Precandidatos y candidatos: hasta 200 SMVM, el equivalente a 54,3 millones de pesos.
-Personas jurídicas: también hasta 200 SMVM, el equivalente a 54,3 millones de pesos.
Como “regla general”, se estipula que los gastos electorales no superen, en cada fuerza, la suma equivalente al 1% del SMVM por elector habilitado para votar.
Habrá un responsable de campaña que deberá rendir cuenta de esos fondos recibidos ante el Tribunal Electoral de Entre Ríos dentro de los dos meses posteriores a las elecciones. El Tribunal provincial podrá realizar convenios con la Justicia Federal para que su cuerpo de auditores pueda intervenir en el control de estos gastos.
Las dos BUP
La principal coincidencia entre Frigerio y Milei en materia electoral pasa por la boleta única de papel (BUP).
Pero el modelo que adoptó recientemente la nación es distinto al de Entre Ríos. En la disposición de columnas y líneas, la nacional sigue el modelo de Mendoza, mientras la entrerriana el de Córdoba, que es inverso.
Se trata de uno de los puntos que trabaron la discusión en comisión con el peronismo.
Aunque en el caso de una elección provincial simultánea con la nacional ya no habrá arrastre porque se vota con boletas únicas separadas (una nacional y otra provincial), el argumento del principal bloque opositor es que el formato inverso de ambas BUP puede llevar a confusiones en el elector.
Los diputados del oficialismo sostienen que el diseño que toma Entre Ríos (con disposición de columnas y líneas al estilo Córdoba) es más fácil de entender para el elector. De cualquier manera, admiten que la coexistencia de dos modelos de BUP podría generar algún tipo de confusión.