El director General del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, inspector general Aníbal Alejandro Miotti se refirió en el programa de televisión “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) sobre las condiciones de detención del ex gobernador Sergio Urribarri y su consorte procesal, su cuñado Juan Pablo Aguilera.
El exgobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y su cuñado, Juan Pablo Aguilera, actualmente detenidos en la Unidad Penal N°1 de Paraná por disposición de la Cámara de Casación Provincial, se encuentran alojados en condiciones particulares, separadas del resto de los internos. Según declaraciones del director del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, inspector general Aníbal Miotti, el espacio destinado a ambos fue acondicionado especialmente para garantizar su seguridad.
El lugar en el que permanecen consta de una celda de 4 por 3 metros, equipada con dos camas de una plaza, una mesa y un baño, pero sin televisión ni aire acondicionado. Además, no se les permite el uso de teléfonos celulares, aunque sí pueden recibir alimentos y material de lectura por parte de familiares a través de la Guardia.
Custodia y condiciones especiales
Miotti explicó que se destinó un equipo de cuatro agentes penitenciarios, que trabajan en turnos de ocho horas, para atender las necesidades de los detenidos y evitar incidentes, como la difusión de fotografías. Asimismo, indicó que Urribarri y Aguilera pueden acceder a recreación en un patio interno sin áreas verdes, asistencia médica y psicológica, y realizar llamadas telefónicas desde un área controlada.
El pabellón más cercano a su celda está a 20 metros y alberga a unos 70 internos. Por el momento, las visitas están restringidas únicamente a sus abogados defensores.
Debate sobre el lugar de detención
El jefe del Servicio Penitenciario también señaló que el sector recientemente inaugurado en la Unidad Penal N°9 “El Potrero” de Gualeguaychú sería más adecuado para este tipo de detenidos debido a sus modernas instalaciones. Este espacio cuenta con capacidad para 30 personas y ofrece mejores condiciones de habitabilidad, con áreas compartidas como cocina y un patio más amplio.
A pesar de esto, Urribarri y Aguilera continúan alojados en la Unidad Penal N°1. Sobre la posibilidad de que se sume Pedro Báez, otro de los implicados en las mismas causas, Miotti aseguró que podrían adaptar el espacio actual con una cama cucheta para albergarlo.
Adaptación y controles
Miotti reconoció que la transición de la libertad a una celda de estas características puede ser un proceso difícil para cualquier persona, motivo por el cual el personal penitenciario está capacitado para garantizar tanto la seguridad como el bienestar básico de los detenidos. A su vez, subrayó la importancia de controlar rigurosamente los ingresos de alimentos y pertenencias, tal como se hace con cualquier interno.
Este caso sigue siendo motivo de atención pública, no solo por la figura política que representa Urribarri, sino también por el debate sobre el trato y las condiciones que deben recibir los detenidos por delitos de corrupción.