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Rodrigo De Loredo, presidente del bloque de diputados nacionales de la Unión Cívica Radical. Foto: Federico Lopez Claro© Federico Claro
El bloque UCR, presidido por Rodrigo De Loredo, fracasó este martes en su intento de avanzar en la Cámara de Diputados con los proyectos para ponerle un límite a la reelección de los sindicalistas y terminar con la obligatoriedad de las “contribuciones solidarias” de los trabajadores a los gremios.
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Con el economista Martín Tetaz a la cabeza, el bloque radical pretendía discutir la validez de un dictamen que en la Comisión de Legislación del Trabajo no reunió la mayoría de firmas: consiguió 15 sobre un total de 31, es decir, le faltó una. El aval que faltó fue el de Miguel Pichetto, quien había reemplazado en ese momento a la cordobesa Alejandra Torres.
En la reunión de Labor Parlamentaria entre jefes de bloque, le advirtieron a Tetaz que no estaban cumplidos los requisitos para el dictamen y que para revisar el reglamento se requerían tres cuartos de los votos. Pero la sesión ni siquiera pudo comenzar: hubo 111 diputados presentes de los 129 necesarios.
Solo La Libertad Avanza (con la baja de la embarazada Marcela Pagano), el PRO (que también tuvo ausencias), los radicales de Democracia para Siempre, la Coalición Cívica, el MID y un diputado del gobernador Rogelio Frigerio, el entrerriano Francisco Morchio, ocuparon sus bancas junto al radicalismo.
A las ausencias preanunciadas de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda se sumaron las de Encuentro Federal (con una excepción) e Innovación Federal (un bloque que reporta a gobernadores).
Consciente de que la discusión reglamentaria estaba perdida de antemano, Tetaz había pedido la sesión con la idea de exponer los nombres de quienes están en contra de la democratización sindical. “Se ha producido un principio de revelación”, aseguró, retomando el concepto del presidente Javier Milei.
El radical advirtió que “los sindicatos manejan la enorme caja de olas obras sociales, un impuesto que todos los trabajadores tienen que pagar y que va a los bolsillos de los sindicalistas”.
Tetaz insistió en que el proyecto busca ponerle “punto final a los robos que se producen todos los meses en los recibos de sueldo de los trabajadores”, y agregó: “No se puede admitir bajo ninguna circunstancia que ninguna organización le meta la mano en el bolsillo al trabajador, salvo que el trabajador lo haya autorizado”.
Tras destacar que el proyecto tenía un amplio consenso, subrayó: “Todos entendemos que Argentina necesita una reforma sindical sin dilaciones, que termine con las reelecciones indefinidas, con personas que están 35, 40 años al frente de un sindicato”.
“La principal casta que se tiene que terminar es la casta de los que viven hace 40 años sin trabajar”, sentenció Tetaz una vez caída la sesión, durante las expresiones en minoría.
De Loredo afirmó que “modernizar el régimen sindical es necesario para el país” y cuestionó que La Libertad Avanza haya buscado dilatar el debate en comisión. “El Gobierno decidió pactar con la CGT”, denunció el cordobés.
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Sentada a su izquierda, su comprovinciana Soledad Carrizo coincidió en que “hoy, con las bancas vacías sabemos de qué lado está cada diputado”.
“Lamento que no se haya conseguido el quórum, pero no vamos a bajar los brazos. Tarde o temprano vamos a lograr mayor transparencia en la actividad sindical, y terminar con las reelecciones indefinidas”, enfatizó Carrizo.
Antes, el “lilito” Maximiliano Ferraro le había pedido a Martín Menem que pasara lista de asistencia, para dejar constancia de los presentes. El presidente de la Cámara ordenó a los diputados que se “loguearan” con su huella dactilar para registrar el quórum nominal.